VUELO DESDE VALENCIA

100 años de la ascensión y rescate del globo pilotado por Kindelán

Hace 100 años el general Kindelán realizó una ascensión en globo y estuvo tres días desaparecido entre las nubes de Valencia durante la Feria de Julio

N. NAVARRO/C. VELASCO/ VALENCIA LAS PROVINCIAS - 28/07/2007 1

	Imagen del documental ‘Globos aerostáticos’ emitido por el canal de Historia.

El gran espectáculo del aire acabó en un susto sin víctimas mortales sobre el Mediterráneo. Fue en 1907. Hace un siglo, la Feria de Julio contó con varias ascensiones de globos aerostáticos. No había mayor entretenimiento a ofrecer a los valencianos aquel cálido verano de hace cien años. La aeronáutica española comenzaba a dar sus primeros pasos. El Ejército, el Gobierno y las autoridades municipales hallaron en la tradicional Feria de Julio, que aglutinaba a cientos de vecinos de la ciudad en una época donde la calle aún era el principal medio de comunicación, un escaparate perfecto para exhibir los avances sobre los vehículos que circulaban por las carreteras del cielo.

Piloto estrella

Durante todo el mes, hubo varias ascensiones de globos aerostáticos que partieron desde Valencia. Los nombres de estas naves esféricas fueron Alfonso XIII, María Cristina o Maria Teresa, entre otros. Todos fueron pilotados por los estrellas del Ejército del aire entre los que destacaba Alfredo Kindelán Duany.

El aviador español, nacido en Santiago de Cuba en 1879, fue el primer piloto español de dirigible. Según cuenta Vicente Marzal, director de la Escuela-Club de Aerostación Milà de Valencia, “el general Kindelán fue uno de los principales promotores de la aerostación en el Ejército español”.

El general, un as en la aviación española, fue un militar imprescindible para Franco. El piloto dirigió los aeroplanos militares en el avance de las tropas franquistas durante la Guerra Civil. El aviador, que participó en las conspiraciones antirrepublicanas de 1936, hizo carrera militar gracias a su destreza en los aeroplanos y globos aerostáticos.

Un ejemplo fue su exhibición en la Feria de Julio en el año 1907. Su destreza atrajo las miradas de todos los vecinos que observaron de cerca las ascensiones del concurso de globos celebrado el 24 de julio de hace 100 años.

El gas que se utilizó para poner en marcha el dirigible provenía de la fábrica de la compañía francesa E.Lebon et Cie., afincada en Valencia. Las elevaciones se realizaron en un campo abierto junto al camino del Grao a partir de las 17 horas de esa veraniega tarde. Poco a poco, los globos Alfonso XIII, El Alcotán y El Ciezo fueron ascendiendo al cielo, dejando para el final el aeróstato comandado por Kindelán, que comenzó su andadura a las 19 horas.

El rescate

Aunque las duraciones de los descensos variaban con asiduidad, la ausencia de noticias de Kindelán durante todo el día siguiente provocó la preocupación entre los espectadores al espectáculo.

Ante tal desconcierto, en la madrugada del 25 de julio salió del puerto el torpedero Barceló para ir a buscarlo por orden del comandante de marina. Con todo, y a pesar del dispositivo de búsqueda, no fue hasta dos días después cuando los valencianos conocieron las primeras noticias. El Gobierno civil recibió un telegrama en el que se explicaba que el globo perdido fue recogido en altamar, cerca de Ibiza, por el buque inglés West-Point, el cual lo llevó a la Garrucha (Almería).

El fervor con el que se recibió en Valencia al aviador demuestra el interés de la época por este deporte de altura. Al respecto, el libro El Globo de Milà, de Gayano Lluch, recoge una reseña del archivo municipal de Valencia, fechado en 1784: “En febrero se daba suelta en el huerto de Portons a una bola que, rauda y remontosa, corrió hacia poniente, cuya prueba experimental fue presenciada por un público de todas clases y sexos”. La emoción de navegar por los aires a bordo de un globo se convirtió en historia hace ahora un siglo.