A los 250.000 metros cuadrados de jardín en
la parte más próxima al centro, habrá que añadir otros cien mil
metros cuadrados entre los barrios de San Vicente Ferrer y San
Marcelino, gracias en parte a las alegaciones presentadas por el
Consistorio al proyecto inicial.
Con esta solución, el arranque del túnel se
acercará mucho más al nuevo cauce, justo a la altura del
tanatorio situado en la prolongación de la avenida Gaspar
Aguilar.
Cuando se presentaron los primeros planos, el
soterramiento de las vías se había previsto junto al instituto
San Vicente Ferrer, demasiado cerca de edificios de viviendas.
El portavoz del equipo de gobierno explicó
que la solución pasa porque haya una loma ajardinada, es decir,
que no hace falta esperar a que el tren esté por debajo de la
cota del suelo para disimular su afección al paisaje. Esto se
logrará con una cubierta pisable y verde, que irá descendiendo
de altura gradualmente, hasta llegar a la calle San Vicente
Mártir.
Para lograr el retranqueo de la entrada del
túnel, en el proyecto que maneja el Ministerio de Fomento se ha
previsto bajar la cota de un tramo de la V-30, para que el nuevo
puente que cruzará el cauce lo haga a menos altura.
Uso compartido
En cuanto al uso de las cuatro torres,
Alfonso Grau explicó que se destinarán a residencial y
terciario, sin que haya ningún edificio concreto para oficinas.
El diseño de la zona verde puede cambiar con el proyecto
definitivo, aunque la intención del Ayuntamiento es que sirva
para engarzar los barrios de Jesús y Ruzafa con una propuesta de
damero, gracias a itinerarios peatonales.
La avenida Federico García Lorca estará
abierta al tráfico a partir del actual paso elevado de Giorgeta,
que desaparece con el soterramiento de las vías. El Ayuntamiento
ha previsto también varias transversales que unan los barrios de
Cruz Cubierta y Malilla, con jardines que entran en algunas
calles para integrar mejor el parque .
Uno de los aspectos más llamativos es la
prolongación de la mancha verde por la parte sur del barrio de
San Marcelino, que se conectará así con el parque de la
Rambleta, ya abierto al público en el anterior mandato
municipal.
Por lo que respecta al paso sobre el nuevo
cauce, el puente elevado pasará sobre la ampliación del
Cementerio General, cuya segunda fase se inició hace escasas
fechas. La ordenación de las vías favorecerá su integración con
el actual camposanto, al otro lado del terraplén.
Comentarios
Extraído del foro Metrópolis. Por Julián Alfonso
Parque Central. Escrito por Julián Alfonso -
24-06-04 15.07
Vista la propuesta más o menos definitiva del
Ayuntamiento para el Parque Central, se me ocurre lo siguiente.
Hay que felicitarse por el hecho de que una
parte importante de ese espacio se ha respetado como zona verde.
Las primeras propuestas dejaban la zona ajardinada en algo
testimonial. Por tanto celebro que finalmente el consistorio se
haya hecho sensible a las peticiones ciudadanas.
Las cuatro torres, sin embargo, siguen
pareciéndome totalmente innecesarias. Antes de autorizarlas se
debería aportar, al menos, una infografía, lo más realista
posible, de las perspectivas del perfil de Valencia desde varios
puntos del centro o desde las marginales del viejo cauce. Es más
que probable que quedemos espantados de observar, desde Viveros
y el San Pio V, la perspectiva del Micalet escoltado por esas
torres.
¿Alguien en el ayuntamiento lo ha pensado?
Seguramente sí, pero es evidente que les da lo mismo. En el
Ayuntamiento tienen la cabeza en otras cosas que no es Valencia
ni los valencianos.
Es también una lástima que hayamos
desaprovechado la oportunidad de configurar una avenida diagonal
para la ciudad, prolongando la G.V. de Fernando el Católico y de
Ramón y Cajal hacia la calle Filipinas y avenida de Ausias
March. En su llegada al parque y en la confluencia con la G.V.
de Germanías y Marqués del Turia, hubiese dado lugar a una plaza
espectacular.
En toda esa zona se ha preferido aumentar la
edificabilidad, y cerrar todos los espacios, negando incluso una
solución futura. Por cerrar, se ha cerrado incluso la estación,
con un edificio absolutamente fuera de escala.
También se crea una pantalla de
construcciones que separa la calle San Vicente del parque, de
modo que prácticamente éste quedará oculto a la vista de los
viandantes, lo mismo que ocurre en cada vértice del parque. La
ocupación de las cuatro esquinas es un hurto al parque gratuito,
antiestético y puramente especulativo.
Finalmente, el diseño del ajardinamiento en
damero, recordando un jardín neoclásico es discutible. Parece
apropiado para el espacio, en el centro de la ciudad, sin
embargo relega al parque a ser un espacio muy poco útil para el
ciudadano: "mírame y no me toques".
¡Qué poca ambición e imaginación! En ningún
sitio se ha pensado en una zona abierta con cesped donde puedan
correr y jugar los niños, o en un estanque o en espacios que
aporten perspectiva. Aunque considerando las perspectivas que
podrán verse quizá es mejor así.
Argumentar que ese diseño en damero favorece
la integración de la trama urbana de los barrios con el parque
es falaz, más incluso por el hecho de que al ocupar las esquinas
se está promoviendo el efecto opuesto, se separa el parque y se
oculta a los barrios circundantes.
Buen intento, pero no me gusta. No colma mis
aspiraciones. No es lo que había esperado para Valencia después
de tantísimos años. Es más de lo mismo, especulación y más
especulación.